Todas las personas aprendemos a vincularnos con el resto y con nuestras emociones a partir de cómo nuestros cuidadores nos enseñaron en los primeros años de vida. Esta relación es lo que denominamos Apego.
Dicta las creencias que tenemos acerca de nosotros mismos, los demás y el mundo, y marca cómo nos posicionamos en los vínculos y relaciones.
Hay distintas denominaciones y tipologías, pero una de las clasificaciones que tiene más consenso científico es la que considera los siguientes tipos de apego: seguro, ansioso-ambivalente, evitativo y desorganizado. El último suele ser más común en casos de trauma complejo
Algunos de los problemas derivados del apego pueden ser:
Todas las personas desarrollamos un estilo de apego dependiendo de las experiencias tempranas con las personas que nos cuidaron, y ello contribuye a la forma en la que nos posicionamos en el mundo y las relaciones.
La forma en la que trabajo contempla continuamente los aspectos relacionados con el estilo de apego de la persona, teniéndolo en cuenta para desarrollar el tratamiento más adecuado, basándonos en la evidencia científica. Si esto te interesa, puedes contactar conmigo.
